(Diciembre 2018 a febrero 2019)

Durante siglos la desprotección de los navegantes fue absoluta
Salvo las Sociedades de Salvamento de Náufragos del siglo XIX, los medios de salvamento realmente eficaces no aparecen hasta el siglo XX. Esta exposición hace un recorrido por los naufragios sufridos a lo largo del tiempo, desde la Antigüedad hasta el momento actual, pero también de los intentos de evitarlos o de paliar sus efectos.
Hay un apartado para los naufragios de grandes buques como el Titanic (1912), el Lusitania (1915) y el Príncipe de Asturias (1916). También algunos recientes, como el Erika (1999) o el Prestige (2002), que pusieron en guardia sobre las grandes catástrofes ecológicas.
Una parte importante de la exposición se dedica a los instrumentos de defensa usados en los temporales y niebla, y de percances a bordo como los incendios. Así, se muestran sirenas, tifones, anclas de capa, extintores,… y los medios de supervivencia en caso de abandono de buque. La llegada de la radio fue un gran aliado en los salvamentos, y tiene también su lugar.
Culmina la exposición con una referencia a la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo (SASEMAR), fundada en 1989, que supuso un paso de gigante para evitar o paliar los efectos de los percances marítimos.